Con el mejor presidente

El Lyon es el único club importante de Francia que posee su estadio. El PSG o el Marsella juegan en campos que pertenecen a los ayuntamientos. El OL se ha convertido en un ejemplo de éxito deportivo y económico. Sin la ayuda de un estado extranjero o de un multimillonario, el club que hoy recibe al Barça ha conseguido una hazaña que provoca algunos celos del otro lado de Los Pirineos. También por la figura de su presidente, Jean-Michel Aulas, el mejor dirigente de la historia del fútbol francés.

Cierto es que la energía del presidente y su gusto por las peleas dialécticas con otros responsables de clubes o periodistas pueden llegar a molestar a algunos, pero él es el guía que permite al equipo conseguir milagros. No hay mejor motivador que Aulas. Y, con él en el palco, el Lyon juega con doce.