Hombre de hielo para todo...

Me da que lo que más rabia provoca a los que despotrican sobre Bale (un jugador de élite que está marcando al ritmo de Benzema y Cristiano en el último año, casi nada) es la percepción de su falta de pasión por el deporte que tan bien le paga y que le ha hecho famoso. ¿Cómo puede ser que sienta tan poco hacia el fútbol cuando los aficionados hacen tantos esfuerzos para ver a sus equipos, dedican tantas horas a discutir los pormenores de cada equipo, de cada alineación, de cada error? ¿Cómo es posible que con las horas que los periodistas le dedicamos a averiguar, escribir, pensar el fútbol, venga éste y tenga horchata en lugar de leche en sus venas?

Además, se dice, ni entiende el juego ni le interesa. Sólo que, martillo como es, marca a menudo y a menudo cuando hay que marcar, en los partidos importantes. Eso debería contar. A Bale no le va a cambiar nadie, pero sugiero, para los que tengan ganas, otra narrativa. Bale puede que sea de cristal (de Lalique por lo menos, el más caro del mundo) pero también está hecho de hielo. El que nunca se inmuta. El que decide lo mejor justo por esa falta de fuego interior. The Iceman. ¿Les gusta?