Costa y Lemar, la transfusión en un partido paliducho

Además de los tres puntos, sólo se podría salvar la gran actitud con la que salieron desde el banquillo, Costa y Lemar en el último tramo de partido. Fue la gran diferencia, en un partido insípido y en el que el fantasma de la Juve (lógico) daba la sensación que revoloteaba por Vallecas, la igualdad fue el denominador común del partido. Un Rayo más sólido desde que Michel acertadamente implantase el 1-5-4-1 no sufrió ante el bajo ritmo rojiblanco. Desde la sala de máquinas, Rodrigo y Saúl nunca encontraron el golpe bueno de pedal. 

La intranscendencia se apoderó del encuentro hasta que llegó la transfusión de energía-actitud desde el banquillo con Costa y Lemar en lugar de dos pálidos Vitolo y Correa. Ayudó el gol de Griezmann para que se descosiese el corsé y el Atlético empezara a ver espacios.

Fue entonces cuando los rojiblancos tuvieron más opciones de hacerle daño al conjunto vallecano, demostrando Morata que con espacios puede aportar mucho, al igual que inconscientemente aportará en Diego Costa por tener una competencia de tal nivel y hará que el equipo salga ganando.

Diego Costa reapareció sin ninguna secuela y demostrando que las dudas y miedos quedaron en el vestuario. Como dijo el Cholo, Costa huele a ser el gran fichaje de febrero. Además, cuando se tiene a gran parte de la plantilla disponible existe una gran diferencia ante equipos de menor presupuesto porque miras al banquillo y ves que tienes tanques para marcar diferencias si salen con actitud. Y esa fue la clave del 0-1 del Atlético en Vallecas.