Ese gran maestro que era Manel Comas creó una táctica en su época que llamó la del conejo y que consistía en ir aguantando los partidos y dar el golpe definitivo en el momento preciso. Y anoche ese veterano zorro que es Svetislav Pesic hizo que su equipo aguantase al Valencia hasta que sus guerreros Hanga (el mejor de la noche), Ribas y Tomic le dieron el golpe definitivo a su rival con un parcial de 13-0 en tres minutos (de 71-73 a 84-73) para meterse en las semifinales de la Copa. Quizás fue el homenaje de sus compañeros a Juan Carlos Navarro tras el que le brindó la ACB en el descanso del partido. O quizás fue el de los jugadores a su veterano técnico, que hace cinco días cumplió un año desde que llegó al banquillo de un equipo sin alma y que ahora está realizando una gran temporada a base de coraje.

En la previa existía preocupación en cómo parar a las dos mejores piezas del Valencia en el juego interior: Bojan Dubljevic y Will Thomas. Aunque Thomas brilló en la primera mitad con 8 puntos, acabó con 12 y un solo rebote. Dubljevic sumó 13, pero 9 fueron con 3 triples. En la pintura, los azulgrana anotaron 34 tantos por 20 del Valencia. Y por si fuera poco, un Heurtel que, a pesar de sumar 17 puntos y mostrarse nervioso, supo marcar el ritmo cuando estuvo en pista. Y sobre él llegó la decisión más magistral de Pesic: le sentó y dio entrada a Pau Ribas, que acabó de romper a la defensa levantina. Todo un juego de estrategia al que Ponsarnau no pudo responder a pesar del gran esfuerzo de su equipo. Mañana, en semifinales, espera el Iberostar Tenerife, con el que hay una cuenta pendiente.