Federer se queda sin Davis

Hace cinco meses, Roger Federer habló con desaire del nuevo formato de la Davis por haber sido creado por un futbolista: “La Davis no puede ser la Copa Piqué”. Hace cinco días, otro ex número uno mundial, Lleyton Hewitt, ahora capitán de Australia, también disparó hacia la misma diana: “Piqué no sabe nada de tenis”. Sobre el patrocinio de LaLiga a su deporte, nada han dicho. Sus voces no han sido las únicas críticas contra este modelo en las últimas fechas, también han cargado Zverev, Pouille, Noah... Pero los demás, al menos, no lo han personalizado en Gerard Piqué, por el simple hecho de proceder del fútbol. Hay tenistas a los que no les gusta esta Copa Davis porque prefieren la anterior, igual que otros sí la han apoyado. Es el caso de Rafa Nadal: “Cuando las cosas dejan de funcionar, hay que hacer cambios”.

La Davis de Piqué surge por una necesidad del propio tenis, porque las estrellas se borraban de las rondas. El viejo formato era más entrañable, pero ya no respondía a las demandas. Había bajas, reproches... Y nulas soluciones. Federer se dedicó a crear su propio torneo, la Laver Cup, que puede considerarse competencia de la Davis Cup. Y fue Piqué, no un tenista, quien propuso un cambio. No lo hizo en su condición de futbolista, sino de empresario. Y fue la asamblea de la Federación Internacional de Tenis la que votó a favor. Este sábado acabó la ronda clasificatoria, ya se conocen los 18 países finalistas. No estará Suiza, que perdió ante Rusia. Federer no jugó esta eliminatoria, ni lo hará en la fase final de Madrid, quisiera o no. Su ausencia tampoco ha sido la mejor forma de promocionar el tenis, donde tanto molesta un futbolista.