Alicante pasó ayer a la historia por batir el récord de asistencia en un partido de la Selección femenina en nuestro país. Los 9.182 espectadoras que se citaron en el Rico Pérez pronto quedarán en el recuerdo porque La Roja engancha. En breve dejará de ser noticia que un estadio acoja a 10.000 aficionados para ver a nuestras chicas. Lo de menos fue el resultado. Alicante, falto de fútbol de primer nivel, disfrutó como nunca de la experiencia. Las gradas del Rico Pérez se llenaron de niños y niñas que sueñan con ver a La Roja de Vilda en lo más alto, peleando por hacer historia y plantar cara en el Mundial de Francia. La capital de la Costa Blanca se subió a la ola.

Sandra Paños, la portera del Barça y de la Selección, ejerció de anfitriona. Desde que pisó su Alicante natal la ciudad se volcó con ella. Sandra presume de ser alicantina y ella fue la que dio el primer paso hace años para que en Alicante se hablase de fútbol femenino. Ayer lució con orgullo el escudo en su casa. Sus intervenciones fueron aplaudidas e hicieron entrar en calor a una grada que sufrió una de las noches más frías del año en Alicante. Los cuerpos se calentaron haciendo la ola y ondeando las banderas de la selección. También lucieron las linternas de los móviles durante una fase del partido. Todo fue una fiesta. La ocasión mereció la pena. No siempre te visita una Selección en auge y una campeona del Mundo.