A cuestas con las lesiones

Las exigencias físicas del deporte profesional cada día son mayores. Antiguamente, con las mismas plantillas, un jugador podía jugar en el mejor de los casos de 40 a 50 partidos entre oficiales y amistosos. Hoy en día, las cosas han cambiado. Hay jugadores que terminan la temporada rondando los 70 partidos. Y el organismo humano es como cualquier otra máquina, cuánto más la fuerzas, más posibilidades de averías. Nosotros, los médicos y el equipo de recuperación, podemos establecer ciertos mecanismos de prevención, que ayudan en el rendimiento físico y en la prevención de las lesiones. Pero estos mecanismos tienen su limitación y, si forzamos en demasía, terminan apareciendo las lesiones. Hace unos meses, el jefe de los servicios médicos de la FIFA, ya advirtió que, en un futuro no lejano, los jugadores tendrían importantes secuelas en articulaciones de carga, tobillo, rodilla y cadera.

Es hora de que los dirigentes vayan tomando nota de este problema y adecuen las pretemporadas, el objetivo que realmente tienen. En el caso del Atlético hay, además, otros dos componentes importantes, que son una plantilla realmente corta, de escasamente 20 jugadores, y la tipología de juego que Simeone establece. Un juego aguerrido, luchador, de presión constante, lo que supone realmente un desgaste físico a tener en cuenta. Hace ya 25 años, mi querido, recordado y admirado Jesús Gil, por cuestiones similares a las actuales, me despidió como jefe de los servicios médicos. Me dio rabia, coraje y frustración pero con el tiempo aprendí a agradecerle lo que me dio, que fue mucho, que realmente me hizo un favor.