Doumbia nos libró del Cholo

Apenas unos minutos antes de que empezase el sorteo, el madridismo se enteró de la noticia que todos esperábamos. El Barça se quedó sin sanción, como ya imaginábamos. Sin entrar en la letra jurídica, es evidente que a la afición blanca le da la sensación de que a unos se les juzga de una manera (con severidad y sin excepciones) y a otros, con vara ancha (el cochinillo, incomparecencia en una semifinal de Copa, llegar una hora tarde a Pamplona para jugar contra Osasuna…). Pero casi lo prefiero. En mi sueño está poder ver una tercera final con el Barça en esta década, dado que los dos precedentes en Mestalla son realmente alentadores.

Pero antes de pensar en la final e imaginar a Sergio Ramos levantando otro trofeo, será mejor poner los pies en la tierra y tomarse muy en serio el doble duelo con los gerundenses. El equipo de Eusebio ya le ha dado a los atléticos su primer berrinche del año y gracias a ese gol agónico de Doumbia se evitó un doble derbi que, a estas alturas, al equipo de Solari le podría haber desangrado con todas las bajas que todavía acumula. No digo que contra el Girona de Eusebio vaya a ser sencillo, pero al menos el precedente liguero de este año me permite ser optimista (1-4 en Montilivi). El Girona es un equipo bien armado, que hace buen fútbol, y que ha sido capaz de desarmar la presunta solidez defensiva del sistema del Cholo. Por lo tanto, mi máximo respeto para el Girona y le pido a mis jugadores que se tomen este año muy en serio la Copa. El camino que se está trazando nos está dando una pista fiable de que quizás en este refugio copero podamos tener un consuelo en un curso que hasta ahora está siendo muy turbulento...