El Dakar siempre erige héroes

El Dakar 2019 comenzó con una victoria de etapa de Joan Barreda y ha finalizado con otra victoria de etapa de Carlos Sainz. Las dos únicas de españoles en motos y coches en diez días de competición. Ambos llegaban a esta 41ª edición entre los grandes favoritos. Sainz, incluso, defendía título. Pero al tercer día perdieron todas sus opciones de triunfar. El Dakar no perdona. Con la retirada de Barreda y el lastre de tiempo de Sainz, cayó también gran parte de la expectación en España. Y eso se ha notado en las audiencias. El gran resultado del bicampeón Nani Roma, que ha sumado su quinto podio con un segundo puesto, no ha sido suficiente para cubrir ese vacío. Quizá porque el devenir de la carrera nunca le situó con posibilidades firmes. El propio Roma se ha lamentado de no haber arriesgado más.

El nuevo formato también puede haber influido en el descenso de interés: cuatro etapas menos que el año anterior, un solo país en lugar de los tres de entonces, con trazados repetitivos por las dunas de Perú... El Dakar siempre es exigente, una cosa no quita la otra. O si no, que se lo pregunten a los que no terminaron, a los que acabaron maltrechos o a los que perdieron un saco de horas. Aunque de un desafío de esta dimensión histórica se espera algo más. “Ha sido un Dakar al sprint”, en palabras de Luc Alphand, campeón en 2006. Esto no desmerece en nada las victorias de Nasser Al Attiyah, tercera en su palmarés, y de Toby Price, con una muñeca fracturada. Sin olvidar otras grandes historias como las de Laia Sanz y Cristina Gutiérrez. Con un trazado o con otro, hay una cosa que no cambia: el Dakar siempre erige héroes.