Ahora que se habla tanto del relevo de Rafa Nadal (32 años) y coetáneos gloriosos como David Ferrer (36), Feliciano López (37) o Fernando Verdasco (35), resulta que el campeón de 17 grandes tendrá enfrente este viernes a quien podría recoger ese testigo y, desgraciadamente, no lo hará porque juega por Australia. Tiene 19 años y se llama Alex de Miñaur. Sí, con ñ. Porque su padre, Aníbal, es uruguayo y su madre, Esther Román, española. Alex nació en Sídney porque sus padres se fueron allí a buscarse la vida, pero con cinco añitos aterrizó en Alicante y comenzó a jugar. La crisis golpeó y la familia tuvo que cerrar el lavadero de coches que regentaba. Así que decidieron volver a intentarlo en las Antípodas. Pidieron ayuda a la Federación Española y la Valenciana para que le ayudaran y recibieron un portazo.

Era la época de la presidencia de José Luis Escañuela, el de los líos. España ganaba dos Ensaladeras en 2009 y 2011 y se disfrutaba del presente. Entonces, Tom Woodbridge, gran doblista australiano, supo que De Miñaur tenía doble nacionalidad y le echó la red. Y allí sigue. Comenzó 2018 como 208 del mundo, ya es el 29, acaba de estrenar su palmarés profesional en el ATP de Sídney y Nadal ya le considera “uno de los mejores del mundo”. Sigue viviendo en Alicante. Su entrenador, Adolfo Gutiérrez, le da las instrucciones en la lengua de Cervantes y es del Real Madrid. Vamos, que lo único que le falta es jugar por España (tenía doble nacionalidad). Ya no lo hará, porque debutó en Copa Davis con Australia y porque es agradecido hacia los que confiaron en él. Aquí, alguno se estará cortando las venas. O no. ¡Qué pena!