Una hora de sueños y pesadillas

Mestalla respiró. Y Marcelino, también. El Valencia superó al único superviviente de la Segunda División en la Copa del Rey, como era de esperar por otra parte. En los cuartos de final estará el que partía como favorito, aunque antes el Sporting vendió cara su eliminación. Poco más de una hora tardó el equipo valencianista en poner las cosas en su sitio; poco más de una hora entre el sueño de unos por consumar la hazaña y la pesadilla que viven los otros esta temporada en la que parece haberles mirado un tuerto.

El Sporting fue valiente anoche y compitió hasta donde pudo, con la oportunidad incluso de adelantarse en el marcador. José Alberto subió un peldaño más en su cota de prestigio con un plan nuevo (tres centrales) que a punto estuvo de darle el mejor de los resultados. Es un técnico con recursos, dispuesto siempre a poner sobre la mesa todas las bazas que tiene en su mano. Sucedió que la superioridad del rival tenía que aparecer por algún lado, sobre todo cuando las fuerzas empezasen a flaquear en cualquiera de los hombres con menos minutos en la plantilla. Santi Mina se encargó de aprovecharlas, para tranquilidad de Marcelino. El técnico asturiano del Valencia sigue, no obstante, con la espada de Damocles encima; el horizonte aún no está despejado. Al menos, ya podrá respirar tranquilo porque el equipo de su vida no pasará en su historial como rival-verdugo.