Arnau Baqué

Propósito de enmienda

El inicio de año , y aprovecho para desearos a todos la mayor de las fortunas en este 2019, suele ser un momento perfecto para hacer una lista de cosas que uno quiere cambiar. En clave blanquiazul no puede ser de otro modo, máxime cuando atendemos a una de las peores rachas de resultados de nuestra historia. Pero el análisis a realizar tiene que ser global. Un club que tiene que definir sus metas, dar la cara y señalar un camino con objetivos claros, lejos de ese timorato Top 10, que no supone aliciente alguno, como si en nuestra historia no hubiésemos sido un equipo afianzado en esa zona de la tabla. Una entidad que necesita acercarse al socio y dejar de ser esta empresa impersonal en la que se ha convertido, que no acaba siendo ni una cosa ni otra, ni empresa ni club a la antigua usanza.

Un equipo que tiene que recuperar la esencia de principio de temporada, principalmente a nivel mental. Deben recordar aquellas 12 primeras jornadas donde el equipo salía con personalidad en cada encuentro, sin importarle la talla del rival y no con las dudas que está teniendo ahora. Por último, una afición que no puede ampararse en tantas excusas para convertir Cornellà en el solar desierto que está siendo. Esta no es más que una nueva etapa que, a pesar de la cierta desconexión que existe entre entidad y masa social, no puede ser óbice para abandonar al equipo a su suerte. Hay que estar ahí. Estos son mis propósitos de enmienda sobre los que me gustaría que se reflexionase, con la finalidad de revertir una tormenta que amenaza con desatar un huracán si no somos capaces de rectificar.