Tanto regalo es lo que tiene

Perder contra el Barcelona puede caber en el guión de cualquiera. Pero perder así… no mola. El Levante tenía un plan y le planteó un choque incómodo a los culés. Mucho más de lo que reflejó al final el marcador. Porque en la primera media hora, sobre todo, tuvo sus opciones. Nunca sabremos qué hubiera pasado si entra alguna de las ocasiones de Boateng. Pero lo que está claro es que contra un equipo como el Barcelona no puedes adelantar la Navidad como sucedió en todos y cada uno de los tantos de Messi y cía.

Nadie esperaba un partido así. Creo. Los que fueron al Ciutat y los que lo vieron por la tele confiaban en ver un partido vibrante. De intercambio de golpes. De dar y recibir a ver quién puede más. Y no fue del todo así. El Levante arriesgó. Y el Barça castigó. Desde que entró el primero se veía que la maquinaria granota no sería capaz. Duro correctivo para un equipo que debe borrar inmediatamente lo sucedido ayer. Centrarse en Vallecas y en irse de vacaciones con más de la mitad del camino recorrido.