¿Por qué tantas lesiones?

El fútbol actual nada tiene que ver con el fútbol de antaño. Los jugadores actuales están atletizados, es decir, son auténticos atletas. La preparación física, el peso corporal y el porcentaje de grasa tienen una importancia vital. Pero todas estas virtudes, que son tan beneficiosas para el rendimiento deportivo, son también factores desencadenantes de las lesiones, tanto musculares como articulares. Porque el músculo puede desarrollarse, pero el tendón y el ligamento, no. Por otra parte, antiguamente un jugador podía llegar a disputar de 40 a 50 partidos. Sin embargo hoy en día pueden pasar de los 60. Y muchos de ellos en horario nocturno, con lo que el jugador llega a su domicilio a las dos o tres de la madrugada. Se acuesta y a veces consigue dormir de cuatro a cinco horas en el mejor de los casos, antes de levantarse para volver al entrenamiento de recuperación activa. Con lo cual, el ciclo auténtico de la recuperación muscular, que es el sueño, se interrumpe totalmente.

Un buen sueño reparador es a veces más importante que un buen entrenamiento. Y esto a veces hay que recordárselo a los responsables de la preparación física. Si encima tienes una plantilla corta, como es el caso del Atlético, tienes todos los ingredientes para conseguir que el tema de las lesiones sea el auténtico quebradero de cabeza de un entrenador, obligando a los responsables médicos a arriesgar más de la cuenta en las recuperaciones, con el consiguiente riesgo evidente de las recaídas de futbolistas que se ven obligados a acortar los plazos aconsejados de regreso a la actividad.