Ander Mirambell

Me ilusiona poder dejar un legado

El skeleton es un deporte precioso. Los deportistas, en muchos casos, recibimos importantes subvenciones públicas que nos permiten hacer lo que más nos gusta, competir. Ahora, lo que quiero, es devolver todo lo que me han dado de alguna manera. Este proyecto forma parte de un camino de sueños. Ojalá concluya el día de mañana con un legado, la parte final de una obra maestra que me encantaría finalizar. En Pekín 2022 me gustaría ir de la mano con otro representante nacional, pero también me gustaría que en 2026 siguiera habiendo españoles.

Tuve ofertas para ser entrenador en otros países y en otras federaciones. Esto es como cuando un padre o una madre enseña a su descendiente a caminar. Es lo que quiero hacer yo, deportivamente hablando, con gente nueva. Quiero transmitir todo mi conocimiento y experiencia para que, cuando deje de competir, nuestro deporte no caiga en el fracaso y, sobre todo, en el olvido. Sería una gran decepción y lucho por evitar que eso ocurra.

No hay que meter presión al equipo y es por eso que hayamos declinados las invitaciones en diversas pruebas. Descartamos ir para competir por evitar el último puesto. Lo haremos, posiblemente, cuando terminemos la última concentración. Usamos trineos antiguos y alquilados, y una de mis peticiones para 2019 es que sean propios, para poder moldearlos en función de nuestras necesidades. Los próximos meses serán claves y todos los apoyos, como el de Iberdrola y LaLigaSports, serán bienvenidos en este ilusionante proyecto.