El Marco Asensio que maravilló al planeta fútbol con su tremenda irrupción en el fútbol de élite hace un par de cursos se volvió a ver en la primera media hora del partido contra el CSKA. Con unas condiciones innatas físicas y técnicas absolutamente brutales para jugar al balón y para ser determinante en zonas del campo reservadas para los elegidos, todavía no ha alcanzado esa regularidad en el rendimiento para terminar de explotar como el futbolista que pienso que puede llegar a ser. Asensio tiene que rebelarse, salir una y otra vez de su zona de confort para ser un jugador más completo, aprender a ocupar con asiduidad las zonas del campo donde puede usar sus cualidades y marcar diferencias. Él tiene la capacidad para ser de los mejores del mundo. Debe convencerse y tener la ambición de conseguirlo.