Un inmenso aplauso de gratitud a Keylor Navas por si acaso...

Una duda razonable. La llegada de Solari al banquillo blanco ha supuesto una apuesta decidida por Courtois y, por lo tanto, una lateralización de Keylor Navas. Con los deberes bien hechos en el grupo de la Champions, el técnico argentino va a poder repartir minutos y lo lógico es que Keylor vuelva a ocupar la portería del Madrid en un partido de Champions. Es una incógnita saber qué va a pasar con el tico en el mercado invernal, pero entre las posibilidades cabe la de que ésta fuese la última titularidad como portero del Real Madrid en esta competición. Sólo por eso y por la pesadumbre de sentirse suplente en el equipo al que ha contribuido decisivamente a sus títulos europeos recientes, Keylor merece un aplauso muy especial. Si luego su salida del Real Madrid no es todo lo fluida que merece, al menos que se quede con esa demostración del respeto y del cariño del Bernabéu.

Salir del Madrid. Las últimas declaraciones de Cristiano no demuestran ninguna obsesión, pero sí que está dolido por su manera de dejar el club blanco. Nunca comprendió el desafecto del palco ni de la grada y tampoco ha escuchado a ningún compañero rasgarse las vestiduras tras su marcha. Probablemente esperaba algo así. Cree, y se equivoca, que ha dado más de lo que ha recibido. Sin embargo, Solari demostró en su comparecencia tener la mirada larga. Cristiano es leyenda viva del Madrid. La historia es cíclica. El mismísimo Di Stéfano salió tarifando con Don Santiago Bernabéu y su sello en la historia del club no puede ser más colosal.

Los meritorios. Como ya ocurrió ante el Melilla, Isco y Asensio apuntan a la titularidad. Su buena actuación en aquel partido no sirvió para tener continuidad en la Liga. Tanto Ceballos como Lucas Vázquez parecen estar por delante a ojos del entrenador. Salir después que Fede Valverde en El Alcoraz fue toda una declaración de intenciones. Su único camino es seguir imponiendo su calidad en los minutos que les den. Por mucha razón que le estén dando los resultados a Solari, el fútbol está alejadísimo del potencial de sus futbolistas.

A propósito de Henry. El ejemplo del técnico del Mónaco, obligando a su joven jugador de 17 años, Badiashile, a poner la silla de la sala de Prensa en el mismo lugar que se la había encontrado, es un tributo a que los modales y la buena educación son compatibles con la edad y el fútbol.