Odriozola, un lateral aún desigual

La contratación de Odriozola trascendió la instantaneidad de la temporada y se entendió como una apuesta de futuro del Madrid para aumentar la competencia con Carvajal. En ese proceso está inmerso el vasco, aún un lateral incompleto. Sus condiciones ofensivas han quedado probadas. Con un registro de velocidad punta de 35 km/h, es un futbolista pertinaz, profundo e inteligente para realizar el desmarque en el momento más oportuno. Se emplea con precisión en el uno contra uno (dos regates buenos por partido) y saca centros afilados (12 buenos este curso). Odriozola encaja mejor con futbolistas por delante que le abran espacios. Ya tuvo una alianza muy prolífica con Xabi Prieto y Oyarzabal en la Real Sociedad. Los desplazamientos de ambos incidían en sus incorporaciones. En el gol de Bale en El Alcoraz, Lucas condujo hacia el interior y él pudo lanzarse por el costado para asistir con templanza. Odriozola es pura vitalidad en ataque.

Sus automatismos defensivos carecen de la misma eficacia. En las dos últimas salidas ligueras del Madrid a Eibar y Huesca se sintió desprotegido en campo propio y salió mal parado en sus duelos individuales ante Cucurella y Ferreiro, respectivamente. No termina de ser contundente en acciones de repliegue y, en ocasiones, bascula hacia el centro en exceso y desocupa la banda derecha.

En su favor, cierra bien su zona en los envíos laterales, aunque no destaca por su autoridad aérea (25% de disputas ganados por alto). El caso de Odriozola no se parece al de la campaña pasada de Theo, que incurría en errores de marca y desatendía los envíos desde el otro lado. Estar está, pero aún le falta el instinto natural del defensa en algunas jugadas. Todo apunta a que el lateral vasco pueda pulir esos borrones tácticos y afianzarse en la plantilla del Madrid. Su ambición lógica de comprometer el estatus de Carvajal resulta más complicada de imaginar.