De lo poco salvable de la Selección en el trompazo de Zagreb, lo más destacado fue la actuación del utrerano Dani Ceballos. Con medio equipo español temblando, el chaval fue el que tuvo más fútbol y también más rabia. Pidió la pelota sin parar, tiró del equipo hacia arriba, buscó el uno contra uno cuando era necesario y hasta se cabreó con un compañero como Modric. Dani demostró que tiene carácter, algo que a los veintidós años que tiene no es habitual en la mayoría de internacionales. Repasando la corta era Luis Enrique nos damos cuenta de los buenos partidos que ha dejado el centrocampista blanco, que fue titular en las goleadas ante galeses y croatas y jugó la última media hora en la casi remontada ante los ingleses en Sevilla.

Parece evidente que en el camino de La Roja hacia la Eurocopa Ceballos tiene que ser uno de los protagonistas. A ver si Lucho no lo marea como a otros jugadores. Y en el Real Madrid también lleva camino de subir en el escalafón. En el último partido de Vigo, además de marcar un golazo, lo que vale su peso en oro en este momento, sustituyó a Casemiro y tuvo que aportar mucho trabajo y sacrificio además de su calidad habitual con la pelota. A ver si no se le sube a la cabeza y sigue demostrando que quiere crecer.