El Mundial 2018 de motociclismo echó este domingo el cierre en Cheste bajo las peores condiciones de la temporada, con un diluvio que agregó altas dosis de emoción imprevista a un gran premio que este año no decidía ningún campeonato. Hasta 10 abandonos por caídas hubo en la última carrera de MotoGP, entre ellas la de su campeón, Marc Márquez, una imagen tan usual en él como la de la victoria. El quinto título de Marc en la categoría, séptimo en total, y la corona de Jorge Martín en Moto3 ponen el broche a una actuación española que volvió a ser sobresaliente, aunque no sonara el Himno en esta cita final. Valencia nos descubrió al niño turco Can Öncü, que debutó con triunfo a los 15 años; ratificó al portugués Miguel Oliveira, y reconfirmó a Andrea Dovizioso como la única alternativa al inalcanzable Márquez.

El último gran premio también fue momento de despedidas. Dos campeones mundiales españoles dejan MotoGP. Uno de ellos, Dani Pedrosa, lo hace para siempre, después de 13 años consecutivos en los que persiguió sin éxito el título en la máxima categoría, que sí conquistó en 125cc y 250cc. El otro, Álvaro Bautista, pone rumbo a las Superbikes. También hay cambios de montura. El más sonado, ya saben, es el desembarco de Jorge Lorenzo en Honda, como compañero de Marc Márquez. Entre los dos suman 12 coronas mundiales, ocho de ellas en la clase reina. Pueden saltar chispas. Lorenzo probará el martes su nueva moto en el Circuito Ricardo Tormo, una experiencia que el piloto balear considera “tan excitante como salir con una chica por primera vez”. El telón acaba de caer y ya hay ganas de que se vuelva a alzar.