La crisis de Kosovo se desbloquea

Cuando hay buena voluntad, hay siempre soluciones. El conflicto que mantenía el COI con el Gobierno español por la participación deportiva de Kosovo, agravada tras los Mundiales de Karate, se ha desbloqueado en tres días, justo en la víspera de la fecha que el Comité Olímpico había marcado para enviar una carta a las Federaciones Internacionales, en la que iba a recomendar no conceder más campeonatos a España hasta que permitiera competir dignamente a los deportistas kosovares. El Ministerio de Exteriores, con Josep Borrell al frente, envió este miércoles una misiva al COE para informar de que iba a facilitar visados y aceptar sus símbolos nacionales, sin que esto suponga un reconocimiento político de país. Ha sido un respiro para el deporte español, tradicional organizador de eventos internacionales en su territorio.

Alejandro Blanco, el presidente del Comité Olímpico Español, ha tenido un rol decisivo con sus gestiones, que alcanzaron directamente a Pedro Sánchez. Me consta que Blanco llevaba mucho tiempo trabajando en este problema, con prudencia y discreción. Y me consta porque dos periodistas de As estuvimos hace meses en un despacho con él para hablar del asunto. Aquello fue antes de los Juegos Mediterráneos de Tarragona, donde se encontró una solución diplomática satisfactoria. Este último acuerdo da un paso más, porque Kosovo podrá exhibir sus símbolos y no tendrá que camuflarse tras un comité olímpico o una federación. El Gobierno ha entendido que admitir la independencia del Deporte, avalada por la ONU, no supone una renuncia a sus políticas, sino un acto de justicia y de protección al atleta.