El 'caso Kosovo' exige una salida

La sombra de Kosovo sobrevoló irremediablemente por la sala donde este martes se presentó la Spanish Sports Global, el nombre elegido para la Oficina de Estrategia Internacional del Deporte Español. Una gran iniciativa de ADESP, con la financiación de LaLiga. Mercedes Coghen, directora de la oficina, aprovechó la presencia de las principales autoridades españolas del deporte para provocar un cruce público de intenciones entre Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del COI, y María José Rienda, presidenta del CSD. El Comité Olímpico y el Gobierno español, frente a frente para solucionar un problema candente. El COI recomendará este jueves por carta a las Federaciones Internacionales que no otorguen competiciones a España hasta que facilite una participación digna a los deportistas kosovares.

España no reconoce a Kosovo, pero tampoco Rusia o Serbia, que ya han aplicado soluciones. Así lo ha recordado Pere Miró, director general adjunto del COI, que ha hurgado en la herida: “España es el único país que no encuentra una salida”. No se trata de renunciar a los principios políticos, sino de aceptar la diferente naturaleza del deporte. Quizá sirva la fórmula de los Juegos Mediterráneos de Tarragona, donde se expidió un visado en hoja aparte y se compitió con la enseña del Comité Olímpico de Kosovo. El riesgo es dejar de albergar campeonatos a partir de 2019, aunque el propio COI tampoco puede engañarse con eso. Las Federaciones Internacionales buscan a España por su capacidad organizativa, muchas veces para torneos que no quiere nadie. El deporte también necesita a España. Las partes tendrán que ser flexibles.