Arnedo: la Ciudad del Calzado, el Zapato de Oro taurino y una peña feliz

En La Rioja. Arnedo es un pedazo de pueblo con casi 15.000 habitantes censados. Ubicado en el valle del río Cidacos, afluente del Ebro, hereda su nombre de la palabra latina Arenetum. Un pueblo con calidad de vida gracias a los ingresos que deja la industria del calzado. Su paisaje urbano está lleno de fábricas que garantizan una producción de calidad apreciada en el mercado (muchos zapatos son exportados). Tienen un bonito Museo del Calzado, donde puedes ver desde las zapatillas gigantes de Romay a las botas que llevaban los hombres de Santamaría en el Mundial de España-82. Pero en Arnedo hay otro paisaje que lo convierte en un lugar único. Las montañas de roca arcillosa y rojiza que lo rodean están agujereadas por decenas de cuevas, que estuvieron pobladas hasta los años 40. No se pierdan la Cueva de los 100 Pilares, un complejo rupestre que recrea una vivienda de la época llena de túneles repletos de pilares, nichos y ventanucos. Un laberinto que convierte la visita en un espectáculo donde la imaginación vuela pensando cómo pasaban aquí la vida sus moradores. Luego están las cuevas modestas de los lugareños, como la del Refugio de Ponciano, familia madridista hasta la médula que organiza en su puerta unas parrilladas de chuletas asadas al sarmiento (al aire libre), acompañadas de ajos, cebollas y huevos, también asados al fuego de la leña. En las fiestas populares todas las calles se llenan con esta irrepetible apuesta gastronómica. Puro deleite.

Toros. El pueblo tiene una reputación taurina ganada a pulso. Desde 1963 se celebra la Feria de Novilleros, considerada como la de mayor prestigio de toda España. Vamos, que el que gana cada año el concurso se le considera el mejor novillero del año. Desde 1972 el galardón pasó a llamarse El Zapato de Oro. Por aquí han triunfado Enrique Ponce, Diego Urdiales (natural de Arnedo), Finito de Córdoba, Jesulín de Ubrique, Uceda Leal, Morante de la Puebla, Miguel Abellán o el madrileño Fernando Adrián, que en 2011 hizo historia al indultar por primera vez en este certamen a un novillo: Santanero II.

La peña. De aquí es Jesús Solana, que fue jugador del Madrid de 1984 a 1991. Y desde 1975 (fundada tras ganar el doblete de Liga y Copa) existe una peña que vive feliz y orgullosa de sus ya 43 años de historia. Su presidente, Chuchy Ciordia, es la imagen viva del optimismo. Los 163 peñistas sólo pagan una cuota anual de 15 euros. Una bicoca para estos riojanos blancos, blanquísimos...