El Dragón no fue Khan, fue Kane

A Inglaterra le bastó un tiempo para superar a España. Por varias razones, algunas individuales y otras colectivas. Entre las que tienen nombre propio está Kane, que se comió a Sergio Ramos y a Nacho, juntos y por separado. El delantero inglés pensará que si algún día viene a LaLiga se va a poner las botas. Porque le parecerá que si puede con los centrales del Madrid, todo lo demás debe ser más fácil. Jonny, que fue titular en el lateral contrario al que juega en la Premier, no tuvo su noche. Le robó la cartera Sterling en el primer gol y Rashford en el segundo. Le cogieron la espalda.

Entre las razones colectivas falló, sobre todo, la presión alta. Esa fórmula, que tan buen resultado le había dado a Luis Enrique en sus tres primeros partidos, se fue al traste en Sevilla. Los ingleses marcaron los dos primeros goles con sólo seis toques, tres en cada uno. Contras de libro, limpias como una mañana de primavera. Luis Enrique tiene que reforzar el sistema defensivo, no sólo la defensa. Que no todo el monte es orégano. En fin, que de la clasificación virtual con un empate y matemática con una victoria hemos pasado a la realidad, que es ganar a Croacia en Zagreb para evitar disgustos. Vamos, que la Final a Cuatro se ha convertido en una montaña rusa, como la que le gusta a Luis Enrique. Pero esta vez no fue el Dragón Khan. Fue el dragón Kane.