Sobre el 'nuevo' Bernabéu, Florentino y los 'fichajes galácticos'

Nada ha cambiado en el Madrid. La reforma del Bernabéu no está ni más cerca ni más lejos que hace siete años, que ya ha llovido, cuando Florentino llevó a la Asamblea la aprobación del proyecto de remodelación que luego tumbó la Justicia. Tampoco ha cambiado nada desde 2004, cuando Florentino prometió por primera vez, tras su primera temporada sin títulos y cuando se presentaba a su primera reelección tras la no renovación de Del Bosque, que techaría el Bernabéu. Desde entonces ha llovido más aún. Ahora tiene el presidente el sí de los compromisarios para endeudar el club en cerca de 600 millones. Cierto. Una carta en blanco para la que no ha tenido que dar explicaciones ni cuadrar números. Pero todo sigue igual, en realidad, con respecto a la pretendida reforma.

Nadie sabe a ciencia cierta qué coste final tendrá la obra. Nadie ha dicho con números en la mano qué retorno económico tendrá la remodelación, tras la cual no se podrá edificar ningún hotel, tan sólo una ampliación del museo. Nadie ha dicho con exactitud a qué entidades financieras se pedirán los créditos, ni a qué interés, ni por qué antes era bueno que IPIC pusiera la pasta y que hubiera ‘naming’ y ahora es malo. Nadie ha dicho qué pasará con los socios mientras duren las obras, para las que se prevé un plazo de ejecución de, como mínimo, cuatro años. Nadie ha dicho ni tan siquiera cuándo comenzarán esas obras. Sólo hay la certeza de que Florentino tiene el permiso del compromisario para endeudar al club, porque las obras llevan comenzando cada verano desde 2011.

Más allá de los 1.017 compromisarios que votaron sí al endeudamiento, el Madrid tiene 93.606 socios, todos, los verdaderos dueños de la entidad. Y gran parte de esa masa social ve en la pretendida reforma del estadio el motivo de la ausencia de fichajes de relumbrón en las últimas temporadas, y se pregunta si el endeudamiento repercutirá en los futuros grandes fichajes, si será más difícil que venga un Neymar o un Mbappé. Porque esa es la gran demanda de los socios, tener a los mejores jugadores y una situación financiera solvente para pagarle los sueldos que cada vez han de ser más altos. Así que el próximo verano, y el siguiente, se podrá comprobar si el Madrid sigue teniendo poder para hacer fichajes galácticos. Y también si con la reforma del estadio la vida sigue igual…