¿A quién mandas a la grada para meter a Vinicius?

El reclamo de lo nuevo. Todas las temporadas empiezan de cero y, en fútbol, la manera de revitalizar la ilusión en el imaginario de los aficionados es a través de los fichajes, por ejemplo, dibujando el primer once de la Champions del Real Madrid con caras nuevas. Vinicius, por fas o por nefas, además de muy buenos padrinos, ya tiene nombre de deseo. El Madrid se gastó 45 millones de euros en un juvenil de condiciones espectaculares que, más pronto que tarde, entrará y encontrará su sitio en el primer equipo. Julen Lopetegui ha demostrado sobradamente durante su carrera el buen manejo de los jóvenes y saber escoger los momentos para hacerles importantes. No es nada sencillo pasar de la velocidad del fútbol brasileño a competir en la exigencia del primer equipo del Real Madrid

Correr el escalafón. El problema que tiene el brasileño hasta la fecha no tiene que ver con la poca confianza del entrenador, sino con la mucha que le tiene a los contrastadísimos jugadores que tiene por delante. Si todos están disponibles, como es el caso, Lopetegui tendría que dejar en la grada contra el Roma a Lucas Vázquez, Dani Ceballos, Asensio, Isco, Bale, Benzema o Mariano, al que, por cierto, yo hubiese dado los últimos minutos del partido de San Mamés. No se trata de que cualquiera de estos vaya a poner caritas, como algunos quieren pensar, es que estamos hablando de auténticos fueras de serie.

El zasca de Ramos. Supongo que se la tenía jurada por la viñeta que colgó el francés en su Instagram tras conquistar la Supercopa de Europa en el mes de agosto, pero el capitán del Real Madrid cambió el sentido del foco, cuando los cinco sentidos deberían estar en el debut europeo. Además, cuando Griezmann dice sentarse en la misma mesa que Cristiano y Messi, declaración de lo más pretenciosa, no hace otra cosa que intentar alimentar su relato como icono y su caché como megaestrella. No hace falta recordar cómo anunció su continuidad en el Atlético. El Balón de Oro va a ser suyo. El mejor desprecio siempre es no hacer aprecio y la declaración de Ramos sobredimensiona a Antoine.

Cuidado con el Roma. Puede que no haya empezado la temporada como se esperaba, pero no hay que tener mucha memoria para recordar cómo dejó al Atlético, en la fase de grupos, y al Barça en la cuneta en la última edición de la Champions. Contra el campeonísimo Madrid, en el Bernabéu, tiene muy poco que perder. Un rival peligroso.