Un 2-0 que calma pero no entusiasma

El estreno liguero de Lopetegui dejó una victoria de oficio ante el Getafe. Dos a cero, de Carvajal y Bale, uno en cada tiempo, ante un rival que dio la misma imagen del año pasado: bien cerrado, correoso, hecho para partidos de pocos goles, en una portería y en otra. No era noche para el lucimiento. Tampoco acompañaba el Bernabéu, con una entrada anómalamente baja. Natural. Estamos aún en agosto, así que en la ciudad falta gente y las salidas de Zidane, Cristiano y Kovacic y, en mayor medida, la ausencia de algún fichaje de renombre, tienen a la afición fría. Tampoco el Getafe es equipo con gran arrastre en taquilla.

Faltó, claro, la trepidación que le metía Cristiano, con su nervio, sus remates, sus braceos, su constante obsesión. A cambio, el equipo se movió con solvencia, apretando más de lo que solía, agrupado y haciendo lo oportuno en cada caso. Sólo desmereció un poco al final, cuando el Getafe se desplegó mejor gracias a la presencia de Alejo, un buen extremo que aprovechó las correrías de Marcelo para crear peligro. Con todo, el Madrid puede argüir que aparte de los dos goles dio dos tiros al palo y reclamó un penalti. Con un pelín más de suerte hubiera redondeado un resultado mejor. Pero se quedó en un 2-0 que calma, pero no entusiasma.

La primera alineación de Lopetegui confirmó tendencias: Bale-Benzema-Asensio es el ataque, y a Bale se le ve con ganas de erigirse en ‘jugador franquicia’. Ceballos va a contar en la rotación de medios, cosa que antes no. Por atrás, ninguna novedad. Salió Keylor y ahí está la incógnita. “Courtois no ha venido a ser suplente”, deslizan desde el club. Pero Keylor no ha hecho nada para ser desplazado de una portería que ha defendido en tres Champions ganadas consecutivamente. Lo propio es esperar a que haya motivo para cambiar, pero los más cercanos al meollo del embrollo aventuran que Courtois saldrá ya en Girona. Ya veremos.