Godín, ideal heredero de la C de Gabi

Hay jugadores a los que no les hace falta llevar brazalete para ser capitanes. Que lo son. Que les sale solo. Godín es de esos. Faraón de sangre charrúa. Se hace raro mirar este Atleti y ver que Gabi no está. Mucho. Nadie estuvo más cerca que él de Collar y sus diez temporadas como capitán, ensanchando qué significa ser del Atleti, los trofeos y el escudo. Seis temporadas fue Gabi. En el vestuario ese no era su nombre. En el vestuario se le llamaba, simplemente, Capi. Y da igual que ahora esté en Qatar, hay cosas que son para siempre y él ya lo es. Ahora a Godín, Koke, Juanfran y los demás les toca seguir remando sin él. Como un día tocó sin Antonio López, sin Raúl García. En mayo, en Neptuno, veíamos un final (la foto de Torres, al fin un título con el Atleti, equipo de su vida, en la última oportunidad) sin saber que también era un principio. Gabi subía acompañado por Fernando y por Koke y Godín. Hoy la foto cuenta un momento: su pasar el testigo. Inconsciente, aún sin saber que se iría, pero ahí queda.

Su C cambió de brazo. “Diego es un líder, la persona idónea”, dice Gabi. Comparten vivencias, sangre y piel. Y el Capi bien sabe. Que Godín encontró su lugar en el mundo en el Atleti (lo dijo él, esas palabras, en Fiebre Maldini). Que nadie como Godín (que aún no renovó pero ayer ya dijo: “he decidido quedarme”) para guiar. “Que se queda”, susurró al fondo sur al final de la temporada pasada para cambiar los pitos a Griezmann por aplausos. Ahí no llevaba brazalete, fue capitán. Ahora al futbolista que hizo el gol de la Liga en el Camp Nou le toca empezar a levantar los títulos. Y qué mejor que empezar esta noche, por Tallin, ¿no, Diego?