Courtois: un meta bueno, joven y barato

Courtois es el portero que no pudo parar el cabezazo de Ramos en la final de la Champions League 2013-14, pero es mucho más. Si él no pudo atajar aquel balón, pocos pueden hacerlo. Es bueno, es joven (26 años) y, a tenor de cómo está el kilo de angulas, es barato (se habla de que podría recalar en el Bernabéu por unos 35 millones de euros). Porque en el mundo del fútbol, tras llegarse a la luna con los 222 millones que costó Neymar al PSG, cualquier fichaje por menos de 50 millones nos parece una bicoca.

La casa hay que empezarla por los cimientos, habrá pensado Lopetegui, ya sudando en Valdebebas, porque quiero creer que la llegada del belga responde a las peticiones del nuevo entrenador y no a las urgencias presidenciales motivadas por el adiós de Cristiano. Y no veo mejor cimiento que ese portero de 1,99 de altura, fiable bajo palos pero también fuera de ellos, solvente con el pie y con el plus profesional que le da ese Mundial en el que la Bélgica que él defendía ha estado de moda. “Mi corazón está en Madrid”, confesaba Courtois el pasado febrero en Sport/Foot Magazine. Y añadía: “Si el Real Madrid está interesado, mi situación personal puede afectar. Mis dos hijos viven en Madrid con su madre. El aspecto familiar no tiene precio”. Y si lo tiene, es barato. Miren si no a cómo están las angulas...