Hierro asalta la caja fuerte de Queiroz

Será un asedio, me aseveró alguien ayer, y así titulamos este periódico en su versión de papel. España asalta la caja fuerte de Queiroz, que lleva siete años al frente del equipo iraní, y ha creado un sistema defensivo solidísimo. En 15 de sus 19 últimos partidos oficiales ha dejado el marcador a cero. Incluido el último, ya en Rusia, que ganó 0-1 a Marruecos con dos remates a puerta en la primera parte y ninguno en la segunda, en la que cazó su gol por medio de la cabeza de un marroquí. Estudiar al contrario hasta el agotamiento y luego cerrarle sus circuitos con atención de todos, sin desmayo, ése es el modelo. Cuando no se tienen grandes jugadores resulta lícito.

Me cuentan que Hierro ensayó con Carvajal y Lucas Vázquez por la derecha. El otro día, ante Portugal, vimos combinaciones magníficas en el lado izquierdo a cargo del triángulo Iniesta-Isco-Jordi Alba. Por el otro lado no se produjo ese juego. Silva no estuvo brillante, y Nacho y Koke no tienen el pie exquisito de los que jugaban al otro lado. Así que me imagino que se trata de crear por la derecha una asociación entre Silva, Lucas y Carvajal que no desmerezca del de la otra banda. Arriba, claro, Diego Costa, que por fin hizo el partido con La Roja que añorábamos. En la portería estará De Gea, pero no hay mucho que temer, porque no le van a chutar. O eso espero.

Hay que ganar, y con goles. El empate ante Portugal hace suponer que será primero de grupo el que más goles de diferencia sume en sus previsibles victorias ante Irán y Marruecos. Rusia se va dibujando como ganadora de su grupo (seis puntos y más siete el ‘goal average’) y se está convirtiendo en un peligro, porque está exhibiendo fuerza, juego y moral. No es un buen enemigo para octavos. Mejor pensar en Uruguay, y para eso hace falta ganar el grupo, y eso empieza por conseguir una buena diferencia hoy. La fecha es señalada, porque Piqué ingresa en el ‘Club de los 100’, en el que España ya tiene once campeones del mundo. A ver si eso trae suerte.