Demasiados Mundiales sufriendo

En Inglaterra tienen ganas de romperse las manos aplaudiendo. Llevan ya mucho tiempo, demasiado, con su selección penando en los Mundiales y disfrutan ahora de una generación que obliga sí o sí a cambiar los planes: vamos al cine, al teatro o a cenar, pero después del fútbol. Más o menos. Bastaron quince minutos ante Túnez para sacar pecho. “¡Qué arranque! Harry marca”, escribía Lineker en Twitter junto a emoticonos de aplausos. Un 2017 de dulce se antojaba el mejor presagio para la fiesta grande que aguardaba en 2018, el Mundial de Rusia.

En Calcuta, el pasado octubre, la Sub-17 batía a España y conquistaba el Mundial; semanas antes ganaban el Mundial Sub-20 y el Europeo Sub-19. Es savia nueva y sucesora de la que ahora disfruta Southgate en la absoluta. Tiene muy buenos ingredientes y el horno caliente, pero el bollo no acaba de salir. Ayer casi se quema. Suerte que estaba Kane.