Es raro lo que ha hecho Klopp. Ha señalado con el índice a Marcelo, como presunta debilidad del Madrid en defensa. No es ninguna novedad, cualquier seguidor a media distancia del fútbol sabe que Marcelo ataca bien y defiende regular tirando a mal, lo mismo que su predecesor, Roberto Carlos. Este llegó a acaparar hasta tal grado la banda que acabó provocando un dibujo asimétrico en el Madrid de Del Bosque, que jugaba con Zidane de interior izquierda y con Roberto ocupando toda la franja, de banderín de córner a banderín de córner. Ahora que Cristiano deja la banda, empieza a ocurrir lo mismo con Marcelo: cubre los cien metros.

Se le echa en falta atrás, en efecto. Hasta se le puede reprochar alguna cosa. Alguien me comentaba el otro día el gol del Bayern en Múnich: el Madrid echó el balón fuera y Marcelo fue allá, a recuperarlo, para el saque. El Bayern se aprovechó para sacar rápido y la jugada acabó en gol de Kimmich, por su lado. ¿Por qué fue Marcelo por el balón? Porque le gusta el fútbol, quiere jugar, y en tal empeño descuida todo cálculo. A cambio de eso, por cierto, ese día marcó el empate. Es un riesgo atrás, sí, pero también resulta problemático arriba, donde su juego es incontrolable. Las gallinas que entran por las que salen, como dice José Mota.

Lo pienso más ahora que Klopp le señala con el índice. “Por ahí atacaremos”, viene a decir. ¿Para qué lo dice? Algo así no está en los códigos. Me sugiere que quizá lo que pretenda sea que Zidane sujete a Marcelo atrás (si tal cosa fuera posible) y le quite ese puñal del costado en el ataque. Es verdad que al Madrid le llegan muchos goles por ese lado, también que le llegan muchos a favor por el mismo costado. A la hora de cambiar golpes, como me figuro el partido del Liverpool (y como me parece más divertido el fútbol, si no mejor), Marcelo cuenta mucho en sus idas y venidas. Sospecho que Klopp lo que quiere es condicionarle.