La temporada del cambio al Wanda Metropolitano ha sido más que positiva y en la fiesta de Neptuno y la despedida de Fernando Torres, la afición volvió a demostrar que es el mejor aval que tiene la entidad:

Con la lista de Lopetegui ya se puede sacar pecho de que hasta nueve cholistas estarán en el Mundial de Rusia: Koke, Saúl y Diego Costa (España), Lucas y Griezmann (Francia), Giménez y Godin (Uruguay), Filipe Luis (Brasil) y Vrsaljko (Croacia). Otra récord que estaba Simeone, potenciando a un vestuario que sigue dando lo mejor de sus posibilidades y permitiendo que este Atlético todavía no conozca su límite. A la espera del amistoso contra Nigeria que cerrara la campaña, la realidad es que ahora la atención pasa a los despachos y en especial al Consejero Delegado Miguel Ángel Gil Marín que es el encargado de las altas y bajas. Dos nombres propios: Oblak y Griezmann. Con el portero se va a reunir de manera inmediata para asegurar su continuidad y en especial para la próxima temporada que tiene la guinda de la final de la Champions en el Wanda Metropolitano. El optimismo es grande. Va a subir sus emolumentos y su cláusula y el propio jugador –pese a las ofertas de escándalo que ha recibido- es el primero que está agradecido a los rojiblancos y su intención es quedarse. Incluso a Griezmann se le ha dicho de forma clara que volverá a ser una de las piezas fundamentales. En cuanto al delantero galo es cierto que está lleno. Le dan más dinero que el Barça y tiene la promesa de que sería la estrella y que el futuro del equipo se haría en función de sus deseos. El problema es que –pese a las negativas- hay penalizaciones que se tendrían que pagar a los azulgranas en caso de que Antoine se olvidase del acuerdo y este dinero sigue provocando diferencias que son inalcanzables. Pese al cariño y el apoyo de su entrenador y sus compañeros que como le mostraron en Neptuno y en el Metropolitano el problema sigue siendo económico y no parece que una solución positiva para todas las partes.

Hoy, se cumple un año justo en la que el Atlético estaba de fiesta despidiendo a un trozo muy importante del corazón como era el Vicente Calderón. El balance del traslado no ha podido ser más positivo, con título europeo incluido y la segunda plaza de la Liga, por delante de los eternos vecinos y sin olvidarse de los trofeos de las chicas y los juveniles. Además más títulos y prácticamente llenos en todos los partidos. Hasta nos hemos olvidado de la metedura de pata ante el Qarabag en la Champions y seguimos escalando posiciones entre la élite mundial. En cuanto a las fiestas de Neptuno y la despedida a Fernando Torres debo de indicar que me siento orgulloso de ser colchonero. La afición estuvo soberbia y demostrando que somos especiales. Como dijo el Niño: “en la vida no hay nada que sea imposible y para los atléticos mucho menos”. Nos marca y nos falta la guinda de la Supercopa de Europa de mediados de agosto y si fuera contra el Real Madrid no íbamos a llorar. En el lado de competición tanto las chicas como los juveniles ganaron sus compromisos de la Copa del Rey y es que en ambos casos tienen calidad suficiente como poder hacer el doblete. Y, Niño te esperamos con los brazos abiertos para que los goles y las alegrías que nos distes en el campo, en un futuro más o menos inmediato, nos las puedas proporcionar en los despachos y ya seamos un poderoso que tiene todos los detalles bien atados.