Se despedía el Deportivo en Mestalla ante un Valencia de Champions y con ganas de agradar un poquito más a su afición. Con jugadores como Zaza o Rodrigo con hambre de Mundial. Enfrente un once coruñés alternativo, con muchos futbolistas sin peso ni presencia durante la temporada. Koval en la portería, una defensa con un juvenil como Mujaid, de interior Gerard Valentín y arriba Borja Valle. Un equipo titular con bastante sabor a Segunda, el futuro inmediato que espera al club coruñés tras una temporada nefasta, decepcionante, horrorosa, triste… póngale el adjetivo que quieran, seguro que aciertan.

Y con esos mimbres de plata el Deportivo escenificó un partido digno con destellos desde las botas de un Çolak cuyo destino apunta lejos de A Coruña. Su calidad, y una cláusula de un millón de euros, lo sitúan en cualquier destino menos Segunda. O la conexión en el gol entre Adrián y Lucas Pérez, esa que tanto prometía en septiembre y que tan poco ha funcionado. Valentín, Mujaid, Luisinho, Krohn-Dehli o Borja Valle son la otra parte de la tropa, la que deberá devolver al Depor a Primera. En ese reto parece que tampoco estará Seedorf. El holandés ha logrado cositas, pero su bagaje es de dos victorias en 16 partidos, 12 puntos de 48 posibles. Eso sí, fuegos de artificio como el cambio de Tyton por Koval con Fornos en el banquillo o el corro de la patata final de conjura hubo bastantes. En fin...