El nivel de Márquez asusta

Márquez ha cumplido con el guion de Austin sin saltarse un renglón. Le penalizaron tras la calificación apartándole de la pole, pero era evidente que se trataba de un impedimento menor para sus aspiraciones. Sencillamente, no tiene rivales en este circuito de Texas, ni tampoco en Estados Unidos. Puede sonar demasiado taxativo, pero su sexta victoria consecutiva (todas) en el GP de las Américas ha sido por auténtica paliza a los mejores pilotos del planeta. Y en Argentina la cosa hubiera sido parecida en circunstancias normales, sin tantos líos y errores por su parte, así que está claro que el nivel de Marc asusta y mucho este año. No tiene que nadar contracorriente con una moto poco competitiva, así que todo parece salirle fácil, fluido.

Con tal superioridad, la carrera tampoco ha dado mucho de sí cuanto a emociones, aunque para mí ha tenido otros dos protagonistas claros, cada uno por razones diferentes. El primero, sin duda, un Pedrosa impresionante por su pundonor y capacidad de sufrimiento, una séptima plaza es como un triunfo teniendo en cuenta sus condicionantes físicos. Era fácil pensar que esta carrera la debería haber visto en casa por la tele, pero es de los que no se rinden y un resultado tan brillante es la mejor recompensa. Más preocupante, por el contrario, sigue siendo el rendimiento de Lorenzo. Sabíamos que necesitaría tiempo para adaptarse a la Ducati, pero el reloj ya empieza a correr en su contra. Precisa de una reacción y urgente, porque Dovizioso es quien marca el nivel.