El saque es el único golpe del tenis en el que el rival no influye en su ejecución. Por tanto, desarrollar una buena técnica a la hora de iniciar el punto puede proporcionarnos una gran ventaja.

Normalmente, si no hemos tenido la oportunidad de tener un profesor que nos corrija los errores y nos indique cómo efectuar correctamente el servicio, difícilmente logremos un rendimiento óptimo.

A continuación, vamos a desentrañar las claves de un saque adecuado:

Colocación

La posición inicial ha de ser ligeramente lateral; si eres diestro, tu pie izquierdo (orientado al poste derecho de la red) debe estar por delante del derecho (paralelo a la línea de fondo).

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En caso de ser zurdo, la posición sería idéntica, pero con el pie derecho por delante del izquierdo y apuntando hacia el poste izquierdo.

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Empuñadura

La empuñadura más común para sacar es la continental. Para empuñar de esta forma, agarra la raqueta como si fuera un martillo.

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Aparte de ser idónea para el servicio, también es la que más facilidades nos ofrece a la hora de volear, rematar y jugar bolas a bote pronto.

Balanceo

En el proceso del servicio, el peso de nuestro cuerpo recae inicialmente en la pierna que tenemos adelantada mientras botamos la pelota.

Luego hacemos una pausa en la que unimos pelota y raqueta para, a continuación, lanzarnos la pelota a la misma vez que vamos armando el brazo por detrás de la espalda y mientras flexionamos las rodillas, pasando el peso de nuestro cuerpo desde nuestra pierna adelantada a nuestra pierna atrasada.

Una vez que la pelota alcanza nuestra zona de impacto, nos abalanzamos sobre ella, aprovechando el impulso que nos proporciona la flexión de rodillas.

Antes de flexionar las rodillas, podemos juntar los pies o dejarlos separados.

En caso de juntarlos, ganaremos potencia pero perderemos un poco de equilibrio, por lo que sacrificaremos algo de control.

Swing

Hay un punto en común en todos los tenistas durante el servicio, y es la colocación de la raqueta en una zona próxima al hombro con el codo flexionado.

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Hasta llegar a esa posición, podemos hacer un recorrido (swing) más largo o más corto. La amplitud de nuestro swing dependerá, entre otros factores, de lo alto que nos lancemos la bola.

Lanzamiento

El lanzamiento de la bola ha de ser con la yema de los dedos y no con la palma de la mano, acompañando la pelota con el movimiento y soltándola suavemente cuando la mano esté por encima de nuestro hombro; de lo contrario, el lanzamiento no será tan preciso.

Si nos tiramos la pelota muy alta, tendremos más tiempo de preparar el golpe y de generar más fuerza con el servicio; sin embargo, será más difícil impactar la pelota en el momento justo, por lo que requerirá de un alto nivel de coordinación.

Para efectuar un servicio plano, lanzaremos la pelota por delante de nuestro cuerpo para atacarla aprovechando todo nuestro peso. Si queremos sacar con efecto cortado, lanzaremos la bola ligeramente a nuestra derecha (si somos diestros) para impactarla lateralmente. En caso de optar por un servicio liftado, nos lanzaremos la pelota ligeramente por detrás de nuestra cabeza, impactándola de tal forma que nuestro brazo describa una trayectoria hacia fuera.

Impacto

Hoy en día, cualquier jugador que efectúe correctamente un servicio impactará la bola con ambos pies despegados del suelo (saltando). Gracias a ello, podemos interceptarla a una mayor altura, por lo que será posible buscar ángulos de una manera más sencilla.

En resumidas cuentas, a la hora de sacar, debemos tener un alto nivel de coordinación, llegando a convertir todo este proceso en un movimiento mecánico y armónico que podamos repetir una y otra vez de manera fiable.