Valencia se inunda de deporte

Una etíope y un keniano, Kebede y Kamworor, brillaron en los Mundiales de Media Maratón. Pero brilló sobre todo el atletismo, con más de 12.000 personas corriendo por las calles de Valencia, que ya ha sido bautizada como la Ciudad del Running. “Y de los récords”, añade Lord Sebastian Coe, el presidente de la IAAF. Hubo récord de participación oficial, récord mundial femenino… Valencia brilla. Detrás estaba la Fundación Trinidad Alfonso. Es decir: Juan Roig. Ha apostado por el deporte, especialmente por el atletismo popular y por el baloncesto. La construcción de L’Alquería para la base y ese Valencia Basket vigente campeón de la Liga ACB también son sus productos. Su mecenazgo va incluso más allá, con las becas FER a deportistas de la tierra y con el apoyo a eventos de toda la Comunitat Valenciana.

Atrás quedaron los tiempos en los que Valencia se volcaba en eventos faraónicos como la Fórmula 1 y la Copa América de vela, que transcendieron la actividad deportiva y dejaron un reguero de despilfarro, corrupción y agujeros negros. Ahora se organizan competiciones sostenibles, mayoritariamente cubiertas por capital privado. La última Maratón de Valencia revirtió cinco euros por cada euro invertido, para un impacto económico de 12,7 millones. El Ayuntamiento sólo puso un 3,5%. El deporte toma Valencia. Sólo en abril se celebrarán la Copa Davis en la Plaza de Toros y la final de la Copa del Rey de rugby en el estadio del Levante. Todo ello sin descuidar sus clásicos: las motos de Cheste, sus equipos de fútbol… Las chicas también le pegan al balón. Y hasta los Casero han recuperado la vuelta ciclista. Valencia se inunda de deporte.