Del Joventut al Real Madrid y de Sabonis a Reyes

El 22 de marzo estaba marcado en el calendario como la posible fecha de defunción del Joventut de Badalona,pero la asamblea descartó la disolución y pudimos darnos un respiro para disfrutar del Real Madrid-Zalgiris Kaunas de Euroliga, que se jugaba a la misma hora. Visto con perspectiva, parece mentira que el Joventut haya ganado esta competición en 1994 y ahora agonice en un pozo. Hay una diferencia fundamental entre el club blanco y el verdinegro. Mientras que el Madrid (vale también para el Barcelona) puede gastar cinco veces más de lo que ingresa, protegido por papá fútbol, el Joventut (como otros de ACB) ha vivido por encima de sus posibilidades sin esa red, con una excesiva relajación ante Hacienda y con el salvavidas de unas instituciones públicas que ya no reparten con tanta generosidad.

Con la Penya temporalmente salvada, nos fuimos al Palacio. En la grada estaba Arvydas Sabonis, una leyenda de ambos equipos. Y en la cancha, Felipe Reyes, que acabó como el más valorado (21) pese a sus recientes 38 años. El Madrid y el Zalgiris están pujando por la cuarta plaza, junto a Panathinaikos y Khimki, lo que asegura el factor cancha en los cuartos. Desde que esa fase se juega a cinco partidos, según nos contaba Ricardo González en la previa, el equipo que partió con esa ventaja decantó la balanza 28-8, y las ocho eliminatorias que llegaron al quinto choque se quedaron en casa. No es algo menor. A falta de dos jornadas, el Madrid ha dado un gran paso. Con Doncic ya en la pista, tras 18 días de ausencia, y con Llull cada vez más cerca de su regreso. “La Final Four no me la pierdo”, dijo hace unos días.