Lopetegui: Gerard Moreno (y el Espanyol) existe

Con el añorado Luis Aragonés, el trío formado por Tamudo, Luis García y Riera inició en Dinamarca el ‘tiqui-taca’ y la edad de oro de la Selección. Solo una desoladora segunda vuelta del Espanyol les alejó de la Eurocopa-08. Vicente del Bosque tardó, pero acabó por reconocer los méritos de Kiko Casilla, al que dio la alternativa ante Alemania en 2014, y del entonces perico Marco Asensio, que debutó hace ahora dos años ante Bosnia, tras su brillante temporada a préstamo en Cornellà. Incluso reclutó para unos entrenamientos a Pau López, a la vista de su proyección en el cuadro blanquiazul y con la Sub-21.

Pero, con Lopetegui, todo ha cambiado. Algunas señales hacen pensar que sabe que el Espanyol existe. Como su asistencia a Cornellà en el partido de Liga contra el Celta, si bien es cierto que de eso ya ha pasado más de una vuelta. O la presencia de algunos pericos en sus prelistas, claro que éstas las conforman 50 jugadores y, para colmo, ni siquiera son vinculantes. Así, se olvidó por completo la temporada pasada del brutal momento de Diego López. Nunca ha tenido ni que fuera en cuenta la estupenda labor, y versatilidad, de David López. Y, sobre todo, por mucho que le “reconoce los méritos”, obvia una vez tras otra el desempeño de uno de los seleccionables más en forma.

Poco más puede hacer ya Gerard Moreno para reclamar con hechos la llamada de la Selección. No son solo sus 15 goles esta temporada, una barbaridad en un equipo que solo lleva 33 entre Liga y Copa del Rey, sino su capacidad para ayudar y enriquecer al colectivo, desde asistir a iniciar el juego y ayudar defensivamente en el área propia.

No se trata ya de acudir al Mundial, parece que un futbolista que da victorias (14 puntos ha brindado al conjunto perico) y que mejora todo cuanto juega a su alrededor, no merece la oportunidad de tener minutos en un par de amistosos. Porque, hasta que se demuestre lo contrairo, para Lopetegui el Espanyol no existe. Ni existen los 43 internacionales de su historia. Desde Zamora, Parra, Marañón, Solsona o Urruti a Tamudo, Luis García y Riera, sin la participación de los cuales en aquella determinante noche danesa, igual nada de todo lo que vino a continuación hubiera ocurrido.