En noviembre de 2012, la candidatura de Madrid 2020 contactó con varios periodistas para que apadrináramos a 20 promesas que podrían destacar en esos Juegos. Como es bien sabido, luego la sede elegida fue Tokio, pero esos deportistas siguen ahí, algunos consagrados: Mario Mola, Ana Peleteiro, Alex Dujsebaev, Sarai Gascón, Carlota Ciganda... A mí me tocó escribir de Albert Torres, un ciclista que venía de ser sexto en persecución por equipos en Londres 2012. Tardó poco en cumplir las expectativas: ya en 2013 se colgó la plata mundial, que un año después convirtió en oro, las dos veces en madison (la americana de toda la vida) junto a David Muntaner. El problema para el menorquín era que esa prueba había salido del programa olímpico, justo después de que Llaneras y Tauler lograran la plata en Pekín 2008.

España perdió así una firme baza de podio. Y Albert Torres vio esfumarse su sueño olímpico. Durante este periodo ha sumado seis medallas (un oro) en Mundiales y cinco (cuatro oros) en Europeos, pero aún no ha podido demostrar ese poderío en unos Juegos. En los de 2020, como bien se vaticinó desde la candidatura de Madrid, aspirará por fin a las medallas. Tendrá la oportunidad en ómnium (la combinada del ciclismo en pista), donde fue bronce mundial en 2017. Pero, sobre todo, en la tradicional madison, que ha vuelto al calendario olímpico. Torres forma ahora pareja con Sebastián Mora, con quien ya suma dos títulos europeos, más una plata y un bronce mundiales. El último podio fue el pasado domingo. Ambos han creado una marca para la ocasión: GoTorresGoMora. Con una meta ilusionante: Tokio 2020.