Aquí te quiero ver Athletic

El Wanda recibe por primera vez al Athletic. El campo más joven de LaLiga va de la mano con San Mamés, dos estadios formidables, con el rojo como tono dominante y abrigando a dos clubes muy unidos en el pasado. La afición bilbaína conoce de sobra la ilusión que provoca un traslado así. Al fin y al cabo, su vieja Catedral albergó casi tantos momentos épicos como el Vicente Calderón y el traslado provocó cierta turbación. Pero cuando la gente abrió la puerta de la nueva casa, sintió el orgullo y cosquilleo de que se adentraba en un momento histórico. La biografía del fútbol no olvida que los leones fueron los últimos que pisaron el Calderón en Liga. Al Atleti no le ha ido mal la nueva guarida de los bilbaínos: cuatro victorias y un empate ligueros. Simeone está como en el jardín de su casa.

Pero también es verdad que hay mucha sustancia para detenerse solo en estas notas nostálgicas. Para el Atlético se trata de seguir en la carrera por LaLiga y para los bilbaínos, tomar la senda directa para abandonar la crisis de juego y resultados. Si en Moscú el jueves el equipo por fin fue compacto y decidido, hoy le espera la gran prueba del algodón. Aunque llega en cuadro, sin sus dos gladiadores (Raúl-Aduriz) y sin el mejor a la hora de encarar en el uno contra uno (Muniain), los leones no dejan de repetir que sueñan con hacer algo en Europa. Pues aquí te quiero ver Athletic. Para seguir avanzando en el segundo torneo continental debes tutear a uno de los máximos aspirantes a levantarlo. Y ahí volvemos al pasado, a 2012, cuando ambos se cruzaron en una final que aún duele en Bilbao.