La lacra del tenis noquea a Nadal

El debate estaba sobre el tapete. Toni Nadal, en un reciente artículo en El País, ya escribió sobre “una lacra que mutila a los tenistas”. La proliferación de lesiones. La retirada de su sobrino en Australia, en el quinto set ante Marin Cilic, ha reabierto la polémica. “Algo debemos estar haciendo mal para que no consigamos ponerle fin”, apuntó entonces el tío Toni. “La gente que maneja el mundo del tenis debe plantearse por qué hay tantas lesiones y tan continuadamente”, dijo este martes Rafael Nadal, que compareció cojo en la conferencia de prensa. La lacra no tiene piedad con nadie, pero en especial afecta a los primeros del circuito ATP porque, lógicamente, juegan más partidos al llegar más lejos en los torneos. Murray, Djokovic, Federer, Wawrinka, Nihiskori, Del Potro, Nadal... Ninguno se libra de un largo periodo de sequía.

Más allá de la carga de partidos, en una campaña que dura de enero a noviembre, los Nadal señalan otras razones: la alta velocidad del juego, la dureza de las pistas, la viveza de las bolas... Cada vez se juega más y a mayor intensidad. En deportistas más físicos, como Rafa, la percusión se multiplica. Han aparecido incluso lesiones nuevas: Murray se operó hace dos semanas de una cadera. En 2016 había sido el tenista con más partidos (87), en duelo encarnizado con Djokovic por el número uno. No han levantado cabeza. Algo pasa en el tenis. Y no es algo que se solucione sólo con la renuncia a la Davis. Nadal decidió aligerar calendario este año, como hizo Federer en 2017. Y ni así. La ATP y la ITF deberían explorar otros caminos: la limitación de materiales, el cambio del sistema de competición... El problema existe. Y el debate arde.