Una derrota lógica

Fervor, orden, por ratos, entrega incuestionable pero pobreza futbolística, poco manejo de la pelota, poca profundidad y ninguna contundencia ofensiva. Así podría describirse al cuadro crema en su triste debut en Libertadores. El partido fue chato, con dos equipos limitados sin llegadas, pero que se abrió a los 28' de la primera fracción con la estupenda definición de zurda de Sánchez. El volante ofensivo, tras una buena diagonal, saco un remate sesgado muy esquinado imposible para Fernández.

El nivel discreto del partido no merecía tamaña conquista, pero sin duda a partir de allí el local creció, acentuó su dominio, tuvo el mérito de ambicionar un marcador más amplio aunque este llegó recién en el segundo tiempo y tras la expulsión de Figuera por doble amarilla, cuando el recién ingresado, Freitas, delantero uruguayo picó al vacío y definió al primer palo de Fernández. Un gol que puso en evidencia que en todo momento el local fue superior. Cuando estuvo en inferioridad o en igualdad numérica. Manejó el balón, el terreno, amplió el marcador y sacó una ventaja que la U con las limitaciones de juego como expresión colectiva y hasta de orden físico, tendrá muy complicado poder remontar.

No podía esperarse algo distinto de un equipo que, a diferencia de los que clasifican a torneos internacionales, lejos de reforzarse, se vio debilitado por las sanciones consecuencia de malas decisiones de su deficiente gestión dirigencial.