Esto es una falta de costumbre

Apostar por Zidane como entrenador del primer equipo era muy arriesgado. Porque el francés no sabía lo que era ganar al más alto nivel. En dos años, ha podido demostrar que eso de dirigir un grupo que tiene ganas de funcionar y de coleccionar nada menos que ocho títulos le iba bastante bien. Quedaba por descubrir si Zizou sería capaz de conservar su grandeza en los momentos difíciles y de encontrar soluciones a graves problemas de juego.

Y ahí está la incógnita que mantiene ahora en vilo a todo el madridismo porque nadie tiene la respuesta. Ganar tanto ha hecho que le falte costumbre, entrenamiento incluso, a la hora de perder. La mayoría de los entrenadores poseen mucha experiencia en este tema, pero Zinedine no. Así que dejémosle aprender un poco, crecer en su oficio y sacar poco a poco al Real Madrid del pozo en el que está metido en estos momentos...