Alonso tampoco tenía tantas opciones

Alonso seguirá en McLaren. Ni abandona la Fórmula 1, ni cambia de equipo. Era lo previsible desde el momento en que su escudería finiquitó la colaboración con Honda para utilizar motores Renault a partir de 2018. Porque realmente el asturiano tampoco tenía tantas alternativas como proclamó durante semanas, una vez que la crisis de su equipo con los japoneses se supo irresoluble. Los volantes a la altura de su talento eran pocos y tenían propietarios solventes. Ni Mercedes, ni Ferrari, ni Red Bull. El resto no eran opciones satisfactorias en el corto plazo para un ganador, mientras que dejar los grandes premios se antojaba una solución demasiado radical y, sobre todo, quizá irreversible. Así que el ovetense se queda más donde puede que donde quiere… lo que no significa que sea mal plan.

Renault tiene objetivos ambiciosos para la F1, asociados a su crecimiento industrial y comercial. La Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, liderada por un insaciable Carlos Ghosn, ya vende más coches en el mundo (durante el primer semestre 2017) que el resto de los grupos automovilísticos rivales, una posición de privilegio que no deberían hipotecar con fracasos en ese gran escaparate de imagen que es la cúspide de la competición del motor. Tienen un equipo propio que están reforzando con incorporaciones como la de Carlos Sainz y contar con socios de la categoría de McLaren les será igualmente valioso para intentar volver a ganar. Y como en el caso de Alonso ir a peor parecía ya imposible, esta continuidad no deja de ser una buena noticia... aunque nos hubiera gustado otra incluso mejor.