Porteros de noche

El Bernabéu, gafado. Desde que arrancó el curso entre los calores sofocantes de agosto, el Madrid sólo ha sido capaz de ganar en su hogar tres partidos: ante el Barça en la Supercopa de España (2-0), ante el APOEL en Champions (3-0) y ante el Espanyol en Liga (2-0). El resto de visitantes han rechazado los cubiertos y la vajilla que hemos propuesto y han sacado tajada sin pagar la cuenta. Empates con el Valencia (2-2), ante Levante (1-1) y Tottenham (1-1). Y derrota con el Betis de Setién (0-1). El miedo escénico está mutando en gozo escénico y eso me desconcierta. La afición casi llenó la plaza, público bullanguero de Champions, los 5.000 ingleses cantando sin estridencias... No termino de entender el porqué al Madrid de Zidane se le atascan tanto los partidos ante rivales que se posicionan atrás con orden y sentido colectivo de las coberturas. Pero si a eso le sumas una puntería penosa... 

Karim, Karim. Capaz de inventarse un golazo en Getafe. Y capaz de lanzar fuera un balón a puerta vacía, con Lloris vencido en la hierba tras cabecear Cristiano al poste. Ya le pasó con el Valencia en agosto. Benzema es un delantero tan atípico que es capaz de meter las que nadie le pide, por dificultosas, y de fallar las que parecen imposibles de errar. Pero no seré yo el que le eche en cara la grandísima ocasión que tuvo en el minuto 54. Eso es cosa de un tal Hugo Lloris... Toca analizarlo.

No ‘Lloris’ por mí. Hugo nació en Niza hace casi 31 años (los cumplirá el 26 de diciembre). Es el indiscutible portero titular de Francia y en el Tottenham se ha consolidado como dueño y señor de su guarida. Toni Jiménez, el que fuera guardameta del Atleti, Espanyol o Rayo Vallecano, entre otros, debe estar trabajando muy bien con él. Le sacó varias a Cristiano. Sobre todo una mano izquierda prodigiosa tras un chutazo del portugués que no está al alcance de la vista de un ser humano normal. Pero la que le hizo a Benzema es digna de estudio. Cabezazo a un metro dentro del área pequeña. Lloris, vendido. Pero no se venció, no se entregó, no se dejó llevar... Estiró su cuerpo como un hombre-goma y alargó las piernas para tapar huecos. Y así rechazó el remate con uno de sus pies. La parada de Casillas en Johannesburgo a un metro de altura. Chapeau.

Y replicó Keylor. El costarricense nació once días antes que Lloris. Cumplirá los 31 el 15 de diciembre. Keylor no se quedó atrás en la noche en la que los porteros jugaron con la capa de Superman. La parada que le hizo al ‘Ciudadano’ Kane a veinte minutos del final sólo está a la altura del mejor Casillas de siempre. Mano a mano letal. Kane la ajusta abajo junto al palo. Imparable. Menos para Keylor, el mejor portero del mundo para mí (dos temporadas titular, dos Champions ganadas). También sacó un cabezazo a Kane a quemarropa y un remate escorado de Eriksen. Lo reitero. Keylor es mi portero. Tico tico.

Todos a Wembley. No se ha roto nada. Seguimos arriba y ganando dentro de dos semanas en Wembley (1 de noviembre) daremos un paso definitivo para asegurar la primera plaza del grupo pensando en los octavos. Me refuerzan ese optimismo mi amigo Edu de la peña de Rincón de Soto (el pueblo de Fernando Llorente, titular anoche), los recién casados Diego y Cristina, de Almería, los Vikingos de Hellín, El Bierzo, Bus-Stop de Salamanca, Mártir de Santa Eulalia (Mérida) y Villalibre de la Jurisdicción (León). ¡No se rinden!