Portando la bandera de LaLiga

Algunos clubes sólo se representan a sí mismos y otros pretenden ser el portavoz de una idea política. Y luego está el Madrid, el equipo más importante de la historia del fútbol y espejo de este deporte en el mundo entero. Después de tantos años, su universalidad ya no tiene que ser demostrada. Esta noche sin embargo, el Madrid será ante todo español, o mejor dicho el abanderado de LaLiga. Ésta es una misión que el propio Zinedine Zidane reivindica con orgullo. El entrenador francés ya empieza a estar un poco harto de que, en Europa, se siga vendiendo la moto de que la Premier League es el mejor campeonato del planeta y que ganar esta competición aparezca como lo más complicado del fútbol actual. Esta mentira viene desde años atrás. Fue la primera liga en saber venderse bien fuera de las Islas y las televisiones extranjeras que adquirieron el producto crearon un interés, a veces exagerado, comprando mucha publicidad en la Prensa.

Zizou tiene la sensación de que, fuera de España, no se valora lo suficiente lo difícil que resulta ganar LaLiga (el título del que dice estar más orgulloso) y presenta el choque contra el Tottenham como mucho más que un partido de la fase de grupos de la Champions League. Lo ve, y así lo afirmó de forma contundente, como una bonita ocasión de demostrar que LaLiga es mucho mejor que la Premier League, mucho más competitiva y mucho más atractiva. Pocas veces le he visto a mi compatriota tan poco políticamente correcto pero, ayer, habló con el alma y con el férreo deseo de valorar su propio trabajo de técnico.