Betis-Valencia: la Liga es más que el Clásico

El Valencia está de vuelta, y el Betis también. El sábado vimos un gran partido en el Wanda Metropolitano, ese estadio que está incorporando a nuestro fútbol la idea americana de extender la fiesta por delante y por detrás, tema sobre el que he de volver. Pero el de ayer en el Benito Villamarín (¡qué gran aspecto, por cierto, ahora que ha sido remozado!) lo dejó chico. Nueve goles como nueve soles, una caja de sorpresas tras cada jugada. Un Betis que manda, un Valencia que se le escapa, poco a poco, hasta el 0-4, público que se va, un Betis que se pone 3-4, público que vuelve, y dos estocadas finales del Valencia. Final, 3-6.

Seguramente los entrenadores no están contentos del todo. Menos Setién, claro. Pero para cualquier entrenador, un 3-6 es un resultado golfo. Los entrenadores, y estos dos son de los buenos, aspiran a que el juego discurra bajo cierto control. Más de tres goles en un partido empieza a parecerles un exceso. No digamos nueve. Pero para LaLiga este partido, que tuvo los honores del horario más exportable a América, es una magnífica propaganda. Fútbol en busca del gol, toboganes, sorpresas, limpieza general, campo lleno, con gran aspecto gracias a esa uniformidad cromática. LaLiga no es sólo el Clásico. Esto ya no es una ‘Liga a la escocesa’.

Es muy bueno que estén de vuelta el Betis y el Valencia. Dos clubes con afición y leyenda, campeones de Liga ambos. Renacidos tras un bache. El Betis estará hoy disgustado, porque hizo mucho para acabar perdiendo estrepitosamente. El Valencia, segundo en la tabla, se siente feliz. Los dos pueden estar orgullosos por el buen rato que nos han dado y por la imagen que han proyectado al mundo. Cosas así también son ‘Marca España’. El reparto más equilibrado del dinero de las transmisiones ha elevado el nivel general y va a redundar en beneficio de todos, porque un campeonato se vende mejor cuantos más partidos así haya.