36 años después, ya es hora...

Estamos a unas horas de ver a la selección peruana de fútbol afrontando un partido determinante para su posibilidad de clasificar tras 36 años, a una copa del mundo.
La última vez que se concretó una presencia mundialista peruana fue el 6 de setiembre de 1981 cuando en el mismo Estadio Nacional, el equipo que capitaneaba el legendario Héctor Chumpitaz empató 0-0 ante la selección charrúa, campeona del mundialito de Montevideo 6 meses antes y dirigida por el mítico Roque Gastón Máspoli. Ya antes, el 23 de Agosto de aquel mismo '81, Perú había vencido en el Centenario por 1-2 en una brillante demostración y para ese último encuentro era claro favorito. Aún así, sufrió, tuvo que bregar duramente y a pesar de desperdiciar situaciones y de padecer algunas otras, logró mantener el cero en el arco que defendía Ramón Quiroga y sellar su pasaje a España '82.
Tiempos en que la clasificación se luchaba en un breve plazo y por grupos. Perú integraba aquella serie también con una Colombia que vestía de naranja y era dirigida por Carlos Salvador Bilardo.
Ante los cafeteros, Perú había empatado 1-1 en Bogotá y en Lima había impuesto condiciones con un 2-0 claro y justificado que inclusive debió ser más amplio.

Esta vez, las sensaciones que generan optimismo, son distintas. Perú, en esos tiempos, basaba su éxito en sus excelentes individualidades. En la solidez de Chumpitaz y Díaz como zagueros; en el talento de Cueto, Uribe y Barbadillo; en el trajín y desdoble permanente de Juan Carlos Oblitas y en el día y vuelta de Jose Velásquez. Un equipo de cracks que en tiempos post Ley Bosman, habrían destacado en las ligas más importantes de Europa.

Hoy en cambio, la ilusión peruana se sustenta en el funcionamiento. Gareca ha logrado conformar un plantel escaso de nombres rutilantes y que ha privilegiado la colectividad del juego. A partir de su solidez y de la confianza que jóvenes jugadores han adquirido, Perú fue creciendo en la eliminatoria, haciéndose más competitivo y logrando en las últimas jornadas llevar ese crecimiento a la suma de puntos. No es sencillo remontarle a Paraguay y a Uruguay, se requiere de fútbol, pero también de carácter y temple. No es sencillo ganar de visita en Quito o empatarle a la Argentina de Messi en la Bombonera y con tres ausencias obligadas. Y Perú lo ha hecho a partir de imponer su expresión colectiva para defender y atacar. No es poco.

Mañana esperamos todos una jornada feliz. La tarea de Gareca y su comando técnico y el compromiso logrado de la plantilla de jugadores, lo merecen. No será sencillo. Colombia tiene oficio y gran jerarquía individual; sin embargo, la tendencia reciente parece indicar que los locales llegan mejor.

Esta es la hora. Queremos seguir recordando a los héroes de los 70's y 80's; pero queremos también empezar a escribir historias nuevas, tanto o más felices que aquellas, igual de celebradas, pero cambiando los nombres de los protagonistas. Y que los niños peruanos los adopten como sus nuevos héroes. Los nombres de Gallese, Yotún, Tapia, Rodriguez, Carrillo, Cueva, Guerrero y compañía. Sumar el nombre de Gareca a los de Didi, Marcos Calderón y Tim como seleccionadores artífices de tan inmensas alegrías. El Perú lo necesita, lo merece.
Sí, ya es hora.