Francesc Via

Buscando la piedra angular

La victoria es una mujer esquiva que sonríe de forma caprichosa. Algunas veces, no siempre, lo hace en función de lo que se plantea en el campo y en esos casos la satisfacción aumenta. Sucedió el lunes, cuando el Espanyol ganó ante el Celta un partido que mereció ganar, porque tuvo un plan, una idea superior a la del rival, y la ejecutó además espléndidamente. Las apreturas del final casi son de agradecer, porque no le restan al público la percepción de gran partido y por contra multiplican la épica del triunfo ante un buen equipo.

Somos dados a establecer axiomas donde en ocasiones solo hay casualidad y azar. Pero mentiríamos si no dijésemos que pareció que el lunes, el Espanyol además de tres puntos, halló su fórmula magistral. El tiempo dirá si se trata de la piedra angular u otro truco en el repertorio. Pero entre el espléndido Jurado —al que por fin vimos jugar el partido que se estaba jugando,y no el suyo propio— y Darder, que parece que lleve tres temporadas en el equipo cuando era su primer partido en Cornellà, se generó un fútbol inédito, que echábamos de menos. Ello combinado con la presión y la intensidad en el robo y la verticalidad y eficacia de nuestros puntas demostraron que si el Espanyol consigue sellar la defensa tiene arsenal para hacer daño. Lo del lunes tuvo algo de evolución. ¡Que llegue ya el partido de mañana!